Buenos días Roberto. El nombre de su marca es Tangram, lo que nos recuerda al famoso juego chino donde siete piezas poligonales se pueden disponer de diferentes formas para crear figuras. ¿De dónde viene el nombre de tangram? ¿Que sostiene la idea del juego chino en su mundo creativo?
-La idea nace a través de la primera colección, y de ahí, el nombre de marca. Representa nuestra forma de trabajar y jugar con los patrones.

¿Qué le inspiró o influyó en su infancia para dedicarse al mundo de la moda?

-Nada me inspiró en mi infancia directamente. Siempre me han gustado las artes plásticas, pero nunca pensé en moda. Todo este mundo me empezó a interesar al conocer a Maribel, la otra mitad de Tangram.

En sus diseños vemos el uso de formas geométricas y proporcionalmente exactas. ¿Es la simetría uno de los rasgos fundamentales en sus diseños?

-Quizás sí, pero depende de la inspiración. Después de un tiempo, evolucionamos como diseñadores, como personas…también el proceso creativo. Eso afecta al modo de trabajar y a ser más abiertos, pero siempre quedan rasgos de esos juegos geométricos.

¿Cuál es su ideal de elegancia?
-Creo es un concepto muy amplio, sobre todo hoy. Para mi es algo que está más en la actitud de las personas que en un outfit.

¿Qué colores formarían parte de ese ideal?
-Personalmente no me gusta pensar en colores y elegancia. Mi idea sería transmitir siempre algo, que va más allá de un color. Cuando trabajamos el color lo hacemos mediante gamas cromáticas que combinen (o nó) entre sí, como si estuviéramos trabajando en un lienzo.

Dentro de sus aportaciones al mundo de la moda es usted el creador de un tejido trenzado con el que elabora algunos de sus diseños. ¿Qué historia tiene este tejido? ¿Cómo cree que la manipulación del tejido afecta al resultado final de un proyecto?
-Para nosotros la manipulación es algo fundamental. Hacemos el tejido nuestro y podemos darle formas, texturas… La idea surgió trabajando como si diseñáramos ornamentalmente, y no solo creando trenzados, sino también eliminando costuras de las prendas a través del mismo, mezclando la manipulación del tejido y el patronaje al mismo tiempo.

Ha participado como figurinista en películas como ‘El silencio de afrodita’ o ‘El resto es Silencio’. ¿El cine es creador de tendencia? ¿Tiene algún proyecto audiovisual ahora mismo?
-No tenemos ningún proyecto ahora, pero es algo que nos encanta. Seguramente el cine es creador de tendencia, siempre lo ha sido.

¿Hacia qué tipo de consumidor está orientada su marca?

-No me gusta pensar en un consumidor específico, pero me gustaría pensar que ese consumidor entiende el mensaje y el proceso creativo que hay detrás de las prendas, y el valor que esto tiene.

Cuál sería su recomendación para nuevos diseñadores que quiere entrar en el mundo de la moda y no saben a qué nicho de mercado dirigirse.
-Siempre hacer lo que uno quiera, sin pensar en ningún nicho o en un resultado. Si lo que sale siendo libre es bueno, ya entonces se puede pensar a dónde nos puede llevar lo que hacemos.

Me ha llamado la atención una camiseta incluida en la colección ‘DAYDREAMER SS18’, que contiene un dibujo de dos manos asidas por el dedo meñique. Un tipo de dibujo que se podría asemejar al estilo ‘Hand Poke’ de tatuaje.
-Nosotros venimos del mundo del arte, inevitablemente esto es algo que siempre va en nuestra forma de trabajar, en ocasiones de forma más explícita, como las ilustraciones de esa colección.

¿Cómo ve las nuevas tendencias urbanas de moda, que ahora mismo se encuentran ligadas a movimientos musicales? ¿Qué influencia tienen las redes sociales ahora mismo en estos movimientos?
-Tienen mucha influencia en todos los ámbitos. Creo que la música siempre está ligada a la moda, todo está relacionado, el arte, la música, el cine y el diseño, son formas de expresión y de vivir, es normal que se den la mano.

Sobre su faceta pedagógica. ¿Cómo intenta transmitir a sus alumnos la pasión que siente por la moda?
-Me gusta enseñar todo lo que yo sé. Intento que sean multidisciplinares, y que las colecciones tengan alma, que sean personales y sea un proceso de investigación, mucho más allá de un proceso de estilismo donde se diseñan prendas que gustan y quedan bien.

Y, por último. ¿Qué nos espera en el futuro? ¿Cuáles serán las vías principales de innovación en la moda?
-Me gustaría que hubiera una innovación real. Creo que el camino podría ser todo el mundo de los e-textiles, wearables, 3D e incluso 4D, donde se crean materiales inteligentes que son capaces de adaptarse al entorno por sí solos.