Posee una impresionante absorción de la humedad: el Tencel absorbe la humedad relativa en función de la temperatura de la piel, asegurando siempre tu comodidad.
Es excepcionalmente suave y perfecto para las personas de piel sensible. El Tencel es también muy resistente al estiramiento y a la formación de arrugas. Se puede lavar a máquina.
Tiene la suavidad de la seda, pero con un poco más de peso, que lo hace ideal para la creación de prendas drapeadas.
Esa especie de camisón de tirante fino que solíamos verle a nuestras abuelas bajo la bata o el vestido parece carecer de sentido en un mundo que reclama ropa cómoda. Sin embargo, esta prenda en su versión contemporánea, muy alejada de «las enaguas almidonadas que al caminar sonaban con aquel inconfundible frufrú», como cuenta Laura Manzanera en su libro Del corsé al tanga, se sigue usando en ocasiones como garantía de confort.
Las tinturas son de gran calidad y calidez, con cambios de luz. Se usa para todo tipo de prendas de vestir, también para ropa deportiva por su gran resistencia y para ropa de cama por su calidad y suavidad.
El Tencel es muy sostenible, ya que está hecho sólo con una sustancia química natural.
Lo que lo hace especial es que este químico natural se reutiliza constantemente, lo que minimiza el impacto sobre el medio ambiente.
Además, el uso de agua que se requiere es mínimo, dato importante al tratarse de un recurso limitado.
La prensa medioambiental considera al Tencel como un hito en el desarrollo de tejidos ambientalmente sostenibles.
Puedes adquirirlo en color blanco, preparado para que lo tintes del color que prefieras.
En la Biblioteca del Club, encontráis disponible para , el inspirador taller “Ecotintes: tintes naturales” que imparte el profesor Roberto Caro en el que aprenderás a tintar el tejido Tencel con materiales que nos ofrece la naturaleza. Los resultados son realmente increibles.
Lola Servillera